20 actividades originales que hacer en Dublín
En este artículo encontrarás una colección de las mejores actividades que hacer en Dublín. Dado que la mayoría de guías de turismo siempre proponen más de lo mismo, he añadido algunas ideas chulas y actividades inusuales, para que puedas organizarte un viaje original y divertido.
1. Tomarse una Guinness en la fábrica original
Beberse una pinta bien tirada en la Guinness Storehouse, la atracción más popular de Dublín, es casi indispensable. ¿Qué es una Guinness? Pues de trata de la cerveza negra más famosa del mundo. La antigua planta de fermentación de la fábrica, situada en St James's Gate, es ahora un edificio de siete plantas dedicado a compartir la historia de la empresa y mostrar cómo se elabora la cerveza. El Gravity Bar, que está de la última planta, ofrece vistas panorámicas de la ciudad de Dublín. Puedes poner a prueba tu capacidad de servir y beberte una pinta aquí.
Guinness Storehouse: ticket de entrada
Más de un millón de personas al año visitan la casa de Guinness. Realiza un tour autoguiado por Guinness Storehouse, conoce la historia de la famosa cerveza negra y bébete una pinta gratis. *Precio orientativo
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2. Perderse en Temple Bar (pero no mucho)
Temple Bar es, sin duda, la zona más famosa de Dublín y que todo el mundo lo visita. Tanto es así, que ha perdido cierto encanto y autenticidad. La calle donde se encuentra el bar de nombre homónimo, está repleto de pubs que sirven cerveza, comida y suelen tener música en directo. Son comunes las fiestas y los bailes, especialmente entre los viajeros. Sin embargo, hay algo que debes saber al respecto. Por aquí verás a muy pocos dublineses, ya que consideran que la zona es una trampa para turistas. Y tienen razón. Las pintas son mucho más caras, está repleto de turistas y ruidosas despedidas de soltero. No obstante, es un sitio que hay que ver sí o sí. La mejor opción es visitar Temple Bar durante el día por sus mercados, bares y cafés. Si quieres tomarte una cerveza, los pubs menos turísticos de Temple Bar son el Palace Bar, el Auld Dubliner y el Foggy Dew.
3. Visitar la antigua destilería Jameson
¡Es la última actividad relacionada con el alcohol! (no prometo nada 🤣). Otra joya histórica es la antigua Destilería Jameson, situada junto a Smithfield Square. En este lugar se fabricaba y destilaba el whisky Jameson hasta que cesó su producción a principios de la década de 1970. Un recorrido que te llevará a través de la historia y el proceso de creación del refinado brebaje, junto con la oportunidad única de participar en una cata comparativa de whisky. Al final de la visita, se te entregará un exclusivo Certificado de Catador de Whisky para demostrar oficialmente tus conocimientos sobre el whisky tradicional irlandés, que podrás presumir con la familia y colegas de vuelta a casa.
Tour y degustación en la destilería Jameson Whiskey
Aprende los secretos de la producción de whisky irlandés en un tour completamente guiado por la histórica destilería Jameson en Dublín. Después, disfruta de una degustación comparativa de whisky. *Precio orientativo
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4. Encontrar las puertas más bonitas de Dublín
Dado que la mayoría de los complejos de viviendas están construidos con el mismo aspecto, la mayoría de los propietarios pintan su puerta de un color original para diferenciarse de la casa de su vecino (igual también les sirve para cuando vuelven del pub). Esta es una característica significativa de la ciudad, por lo que puedes tratar de encontrar bonitas combinaciones y sacar fotos para tu Instagram. Se pueden encontrar puertas de aspecto único que parecen sacadas de una postal (de hecho, creo que venden postales con puertas de Dublín).
5. Degustar un desayuno irlandés
Hay dicho que dice: "Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un pobre", que básicamente significa que hay que empezar el día con un gran desayuno. Y los irlandeses se lo toman muy a pecho. Un desayuno irlandés tradicional (que es muy parecido al inglés) consiste en beicon, salchichas y/o morcilla, huevos, tomates, champiñones, alubias y patatas, todo ello frito en mantequilla y servido pan integral y un zumo. Si en tu alojamiento en Dublín incluye desayuno y te sirven el típico continental, vale la pena dejar pasar al menos uno y salir a desayunar un irlandés completo. Especialmente si nunca has degustado uno. Hay muchos sitios donde sirven desayunos típicos (y en general están bastante bien), si no te he dejado algunas recomendaciones en el apartado de restaurantes donde comer.
6. The Crypt
The Crypt es una joya oculta cerca del corazón de la ciudad de Dublín. Escondida tras una ornamentada puerta en South Richmond Street, esta tienda de antigüedades religiosas es casi un universo alternativo oculto a plena vista. Denominación aparte, esta hipnótica tienda es un regalo si te gustan las cosas creepy. El único problema es que abre esporádicamente, por lo que se la encuentras abierta, ¡asegúrate de visitarla!
7. Cruzar el río Liffey por Ha'Penny Bridge
Todo visitante de Dublín debería cruzar el puente Ha'Penny al menos una vez. Se trata de un puente histórico construido en 1816 para sustituir a los numerosos transbordadores que llevaban y traían a la gente de un lado para otro. Su nombre se debe al peaje de medio penique que había que pagar para cruzarlo (en inglés half a penny, que dicho rápido y con acentorro irlandés se quedo en ha'penny). Y si prefieres una experiencia aún más única e inusual, se puede navegar en kayak.
Visita de 2 horas a Dublín en kayak
Haz un viaje por el río en kayak, remando por el corazón de la capital. Con un guía experimentado, disfruta de esta fantástica forma de ver los monumentos más famosos de Dublín desde un ángulo único. Los kayaks son muy estables, por lo que son ideales para los principiantes. *Precio orientativo
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8. Entrar en la prisión
El título no es lo que parece. ¡No cometas ningún delito! Me refiero a la prisión de Kilmainham Gaol, un imponente edificio construido en 1796 que desempeñó un papel importante en el doloroso camino de Irlanda hacia la independencia del dominio británico. Y aún hoy sigue teniendo el poder de estremecer. A veces llamada "La Bastilla de Irlanda", fue el hogar temporal forzoso de muchos rebeldes y revolucionarios. La prisión fue clausurada en 1924 y ahora es un museo con una apasionante exposición sobre la historia del nacionalismo irlandés. Recorrer el museo te proporcionará un excelente contexto y acceso a algunos de los objetos personales y cartas de los antiguos presos. El tour invita a la reflexión por la inquietante prisión, el mayor edificio desocupado de este tipo en Europa.
9. Las momias de St. Michan’s
¿Has visto alguna vez una momia de verdad o inspeccionado un esqueleto de cerca? Pues puede que ahora sea tu oportunidad. Esta es sin duda una de las cosas más extrañas que hacer en Dublín. En las bóvedas de la iglesia de St. Michan, yace una gran cantidad de esqueletos perfectamente conservados. ¿Cómo es posible? Algún agente presente en las bóvedas ha sido señalado como la causa de que se produzca esta momificación. Simultáneamente, sin embargo, los ataúdes han perecido, permitiendo a los visitantes ver de cerca estos los restos conservados.
10. Darse un paseo con el bus turístico
Normalmente, no me gustan las visitas guiadas en autobús, pero en Dublín, es muy útil. El bus turístico representa el mejor sistema para moverse y llegar rápido a los puntos de interés. Debido a que el transporte público es bastante complejo, la mejor forma de recorrer la ciudad es a bordo de un autobús turístico. Normalmente, los turistas vienen con poco tiempo (2 o 3 días) y con el bus se puede ir a las atracciones directamente.
Ticket autobús turístico de Dublín
Descubre Dublín a tu ritmo con un ticket de 24 o 48 horas para un tour en autobús turístico. Con paradas en las principales atracciones, es la forma perfecta de explorar la ciudad. *Precio orientativo
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11. Ver los ciervos salvajes de Phoenix Park
Phoenix Park, el mayor parque urbano amurallado de Europa, es un tesoro nacional para los irlandeses. Inaugurado hace más de 350 años, el parque se extiende a lo largo de 7 kilómetros cuadrados y se encuentra a un tiro de piedra del centro de la ciudad. No sólo alberga el zoo de Dublín, sino que también es conocido por su gran manada de ciervos salvajes, que deambulan por los bosques (¡y cruzan la carretera cuando menos te lo esperas!). Phoenix Park es el lugar perfecto para pasar una tarde de pícnic, pero mantén los ojos bien abiertos, ¡porque a los ciervos también les gusta la comida!
12. Escuchar música en directo
Es muy probable que te topes con música en directo en algunas calles y pubs de Dublín, siendo Grafton Street un lugar especialmente propicio para músicos callejeros. Cuando se ponga el sol, puedes visitar Button Factory para un concierto o ir directamente a Whelan's, el local de música en directo más apreciado de la ciudad. Si prefieres algo más folklórico, The International Bar acostumbra a sonar música tradicional. No cuesta nada disfrutar de las sesiones nocturnas de música tradicional en O'Donoghue's, donde las leyendas del folk y la música tradicional, The Dubliners, se curtieron en la década de 1960. El Workman's Club, el favorito de los locales, ofrece desde música acústica hasta armonizadores electrónicos. Y si te apetece más fiesta, aquí encontrarás las mejores discotecas de Dublín.
13. De compras por O'Connell Street
O'Connell Street es la vía principal de Dublín y alberga numerosas esculturas, monumentos, tiendas y edificios históricos. Es una de las calles más anchas de Europa y es donde se erige The Spire, el monumento que parece una aguja gigante y es el punto de referencia más visible de la ciudad. En O'Connell Street encontrarás todo tipo de tiendas y marcas internacionales: perfecto para todos los estilos y bolsillos.
14. Explora el Castillo de Dublín
El castillo de Dublín es en realidad un complejo gubernamental, así como una popular atracción turística de la ciudad. Hay jardines, una torre y mucho más para explorar. Es bastante grande y puedes comprar sus las entradas por Internet para mayor comodidad.
Entrada prioritaria al Libro de Kells y castillo de Dublín
Entra a la antigua biblioteca del Trinity College de Dublín y ve el manuscrito del Libro de Kells. Descubre su denso simbolismo y rica ornamentación. Explora los terrenos y jardines del castillo de Dublín, antigua sede del gobierno británico en Irlanda. *Precio orientativo
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15. La belleza de la Catedral de San Patricio
Conocida como la iglesia más grande de toda Irlanda, la Catedral de San Patricio es en realidad una de las dos catedrales que se construyeron en suelo dublinés. Sin embargo, sigue siendo la más visitada por los turistas. La catedral se fundó originalmente en 1191 y por lo que tiene más de 800 años de historia y cultura en sus paredes. Una brillante maravilla arquitectónica, y su belleza se aprecia tanto en el interior como en el exterior. También es el lugar de descanso final de Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver.
Entrada a la catedral autoguiada
Siendo la catedral más grande y uno de los lugares de peregrinación más importantes de Irlanda, San Patricio ha estado en el corazón de la historia y cultura de Dublín e Irlanda durante más de 800 años. Visita la catedral y conoce su historia. *Precio orientativo
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16. Hazte una excursión de un día a los acantilados de Moher
Si viajas con algo de tiempo, no deberías pasar la oportunidad de visitar los Acantilados de Moher, que están al otro lado de Irlanda. Estas maravillas naturales también se han utilizado para rodar varias películas, como Harry Potter y el Príncipe Mestizo y La Princesa Prometida, y son una experiencia absolutamente impresionante para ver en persona. La mejor opción es realizar una excursión organizada, que te llevará hasta la costa oeste. Normalmente, hacen parada para explorar los paisajes lunares de The Burren, las ruinas del monasterio Kilmacduagh y la ciudad de Galway. Esta es la excursión más popular, pero puedes encontrar más ideas de destinos y lugares para visitar cerca de Dublín aquí.
Acantilados de Moher, Kilmacduagh y Galway
Explora los pintorescos paisajes de Irlanda en una excursión de un día en autobús a los acantilados de Moher. Visita Galway y el Burren, y descubre las ruinas monásticas de Kilmacduagh. *Precio orientativo
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17. No te pierdas el cementerio
Construido en 1832, el cementerio Glasnevin de Dublín está rodeado de siete torres de vigilancia que albergaban guardias armados. Y es que el cementerio más famoso de Irlanda era uno de los principales objetivos de los ladrones de cuerpos. También fue el lugar de descanso final de muchas figuras históricas como Michael Colins, soldado y político que desempeñó un papel clave en la lucha por la independencia de Irlanda, Brendan Behan, poeta, novelista y dramaturgo irlandés que fue encarcelado por actividades del IRA y Luke Kelly, vocalista de una de las bandas más importantes de Irlanda, The Dubliners. Igual es una manía mía, pero acostumbro a visitar los cementerios de los lugares a los que viajo, y como casi siempre, el de Glasnevin me encantó. Además, puedes aprovechar para visitar los Jardines Botánicos, que están justo al lado del campo santo.
18. Carreras de galgos
Si vas con tiempo y te apetece hacer una actividad original... Considera la posibilidad de reservar una plaza en el Shelbourne Park Greyhound Stadium durante tu estancia en Dublín. No hay nada como la emoción de las carreras de galgos. Y es que las apuestas (tanto deportivas como de cualquier tipo) son muy famosas entre los locales.
19. No te pierdas el árbol hambriento
Si buscas una actividad más discreta y tranquila, ¿por qué no visitar un árbol que se está "comiendo" un banco de hierro fundido? El árbol tiene 80 años y se encuentra en los terrenos de la facultad de Derecho más antigua de Dublín: King's Inns. En realidad, el banco es más viejo que el árbol, que se sembró demasiado cerca de él, evidentemente. Hoy es tan popular que se ha convertido en un icono de Dublín.
20. Wakeboard frente a las oficinas de Google
¿Has oído hablar de Silicon Valley, verdad? Ésta la versión irlandesa del paraíso tecnológico y acoge a un montón de grandes compañías americanas: Facebook, Twitter, Airbnb, LinkedIn y Google. Puede que el wakeboard no sea la primera actividad que te venga cuando piensas en Dublín, pero es una de las cosas más divertidas y menos conocidas que hacer. No se requiere experiencia previa y además es apto para niños, solo tienes que dirigirte a Wakedock, en el muelle del Gran Canal, y ponerte manos a la obra.
